pequeñas cosas..

Aveces una buena caída es lo que necesitamos para volver a poner nuestras ideas en orden.

Queremos demasiado, incluso pensamos que lo necesitamos. 

Pero después de pasarlo mal, volvemos a valorar las pequeñas cosas, porque son las que nos sacan del hoyo : un abrazo de un amigo, un día con una compañera, reírse a carcajadas o disfrutar de nuestro plato favorito. Porque solo eso, por muy pequeño que sea, nos ha hecho olvidar lo malo aunque sea por unos minutos y eso es justamente lo que en esos momentos es lo que mas queremos, olvidar, sonreír y ser felices. Nos empeñamos en reírnos muchísimo, en parecer animados creyendo que así todo volverá a ir bien, pero llega un momento en el que te estas riendo y caes en la cuenta de que no es forzado. Te lo estas pasando bien, realmente bien, sin nudos en el estomago ni pensamientos tristes que no conseguías quitarte de encima. 

Y en ese momento, aunque puede que estés exagerando, casi agradeces que pasara eso que te izo caer. Casi casi.. te alegras de lo ocurrido.